2012/07/28

Adivinanzas


Tu no pudiste adivinarme y yo si, adiviné tus carencias y huí.

Entonces fui tan amenazadora que no me perseguiste, me tuviste terror y rencor, esa mezcla mortal de sentimientos devastadores que te alejaron de mi llevándote a una imagen de odio que al final era ensueño.

Me volví así tu sueño, tu perfecta narración del mal, tu esquema preciso de la mujer que no querías, y ¡cuánto me querías!, ¡cuánto me deseabas!, ¡cuánto me anhelabas y me perseguías en tu mente!, y yo que te esperaba, yo que te quería, y tu que te callabas.

Yo para ti, al final, fui un profundo silencio 

No hay comentarios: