Jamás le escribo al amor que te tengo porque las palabras
sucumben ante la verdad de lo que somos, por eso no hablo de ti, ni he
pronunciado tu nombre secreto en los interrogatorios del ayer que buscaron
profanar nuestra historia entre juicios baratos.
No, a la gente nunca le hablo de ti, le hablo de otras
cosas, de otros encuentros, jamás de ti, porque de ti no se habla, tu eres el
disfrute, la vivencia, la eternidad cómplice en la sonrisa por nada, tu eres tu
y se que sabes quien eres.
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