2006/10/28

Y dices tanto...

Y dices que siempre escribo sobre sexo sin notar que dejé de reparar en tu imagen hace tiempo y te vi de verdad con los ojos cerrados, y abandoné los territorios del miedo para tenerte en el infortunio de las soledades que llenaste.

Y preguntas de los amores imposibles, como si no lo supieras, como si no supieras que tenemos una maldición que no nos permite tocarnos, que no nos deja mirarnos y que encarceló nuestra comunicación en los agudos vértices de una retórica cansada.
Y no puedes ver que desafiamos al tiempo, que andamos por encima de las tempestades y que traicionamos los designios de tu Dios a cada encuentro, que construimos puentes ilícitos con nuestra presencia alada y que reelaboramos un amor apagado y muerto con las cenizas de nuestra piel; y que solo entonces como en cualquier proceso prohibido; amedrentamos los muchos juicios celestes, y nuestras barreras se rompieron porque nos dijimos las palabras en el encuentro secreto de tu boca en mi boca, de tu cuerpo en mi cuerpo, porque nos hablamos con las manos, nos miramos a ojos cerrados y aún asi; no puedes entender que escribo sobre sexo porque el sexo es el amor para ti y para mi, porque nada seríamos si no pasara, porque se y entiendo que aunque te busque tanto fuera de mi , la única manea de vencer este destino y acabar con la furia incontenible de los designios del cielo, es tenerte dentro.

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