2010/12/23

HOY UN DÍA

A veces no hay angustia, menos después de confesarle al otro la gran verdad el gran miedo, entonces vienen los arrebatos de vida, la sed de los últimos momentos.

Es ahí donde me gusta más vivir, cuando sabe a que se va a acabar escapando de entre mis manos cual mercurio. Oscilo entre persecución y paciencia vivo de prisa pero sin las dudas y luego descanso, lo suelto, que mas da, solo hay una y fluye a su ritmo, yo o me acoplo o la pierdo, solo hay de dos sopas.

Adoro los días como hoy en que lo he confesado todo, en que estreno alas, en que ella me conoce de verdad y me acepta tal como soy, en días como este es como si volviera a empezar es como si no hubiera pasado, está todo bien…

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