2008/12/31

Como cualquiera

Dice Sara que el universo se estremece cuando dices “yo soy” y yo iba a empezar este post con un estremecedor “yo soy” pero no quiero estragos por ahora. Sabe Dios como me hice tan emocional, tan emotiva, tan en otros niveles que no son el texto, ni el inconsciente, ni el espíritu, sino todo lo contrario, pero aquí estoy a un poco mas de dos años de haber iniciado este cúmulo de experiencias, y mas emotiva que nunca.

Mujer como cualquiera, pero en proceso de reconstrucción y de redescubrimiento, por fin puedo aceptar que lo femenino se me sale por los poros desde que conocí a las dos personas que mas han colapsado mis antiguos postulados sobre mi sexo.

Y hoy descubro y acepto también que abrirle la puerta a lo femenino en mi me ha hecho navegar por horizontes antes desconocidos del mundo, hoy percibo lo que en mi perpetua masculinidad creía perdido, los estados de ánimo de los otros, su vaga necesidad de un abrazo, de un beso, su ternura y su miedo acorralado disfrazado en ese matiz de arrogancia que antes no me hubiera dado mas que razones para alejarme al instante, parece que entré a un camino sin retorno donde las sensaciones están a flor de piel, donde las charlas de café se convierten en un cúmulo de voces hablando al mismo tiempo, escucho el intelecto de los otros, leo su cuerpo, presiento su espíritu y palpo su razón, y luego les respondo en los mismos niveles y a veces, no me puedo hacer entender de manera clara porque aún mi razón aflora en primer instancia, urgida de explicar el mundo hasta que de repente mi espíritu hace tropezar a mi intelecto y mis ojos no pueden acallarlo y se me escapa por esas ventanas redondas y palpitantes y se expresa y le pone trampas a mi razón a la par que mi materia lo permite, no permanece inmóvil, quiere tocar, paladear, sentir y experimentar al otro y a mi, al mismo tiempo, y todo parece una locura de experiencias que no conocía muy bien o no recuerdo.

Por fin se han dejado escuchar las represalias, hombres abrumados por mis nuevos poderes me dicen frases que antes no escuchaba, “ya vas a empezar...”, “es que tu como todas las mujeres...”, “las mujeres siempre...” o bien “las mujeres nunca...”, también se han manifestado los lazos con aquellas que un día tanto rechacé, y de repente comprendo la cercanía que solo me correspondía como espectadora en el espejo del baño, ellas siempre fueron "mis amigos", hoy se convierten en "mis amigas" y comprendo un poco el lazo táctil y emocional que antes me era ajeno, al menos concientemente. Observo el mundo a partir de mis sentidos recién descubiertos y me siento las mas de las veces fascinada de ser quien soy, a veces en efecto me siento rechazada de un modo que antes no veía tan claramente, pero de igual modo comprendo lo abrumadores que resultan para el otro sexo estas habilidades llenas de magia, imagino las razones ocultas para el rechazo ancestral a las mujeres y a los homosexuales porque debe ser diabólico encontrase con seres con tales cualidades naturales al descubierto, y ante ese inminente peligro no se encuentra mejor método que la aniquilación del que parece ser el enemigo de estructura amorfa que domina la materia, el espíritu y la mente simultáneamente.

No vislumbro que mas puede venir, pero estoy dispuesta a recibir con los brazos abiertos el poder que se me ha conferido, Hugo me preguntó que como es la experiencia del mundo teniendo “esas armas” y yo me quedé atónita primero sin tener claro cuales eran mis armas, hoy en día apenas y las comprendo, apenas y las descubro, pero espero muy pronto consiga captar su sentido con maestría para poder responderle a Hugo que ya he renunciado a la conciencia corporal del hombre de mi anterior vida y he emprendido el viaje central de mi existencia, la conquista de esta mujer perdida que antes de morir, necesito hacer mía, ser ella, ser yo.

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