2008/11/15

Efímera

Sueño que no te marches,
Que te detengo completa sobre mi,
que te saboreo tan lento que nunca termino.


El enfermo fanatismo por conservar todo me ha llevado a saturar el teléfono de los mensajes de ese amor perdido, sin espacio para ti, borro una a una tus palabras de aliento, esas que llegan de repente, que pretenden competir en desventajosa cruzada con la historia intrincada de mi amor perdido, tu como remolino escribes más y más, me planetas propuestas, me generas expectativas y me derrumbas sueños, todo en un instante, mensajes que dicen que si lo darías todo, otros que dicen que no te quedarás, que no apuestas a nada, que juegas este juego y lo que importa es jugar.

Sueño que te tengo tanto que me eres cotidiana,
Que ya se ha detenido tu torbellino en mi
Que te guardo, suspendida en le tiempo


La cercanía de tu cuerpo contrae mis temores, solo un simple roce y me pongo a girar, no hay ansias mas fuertes que las de poseerte, no hay deseo moribundo que te saque de aquí, tu te manifiestas, tu te posicionas, en un espacio cerrado que no es para ti, lidereas mi cuerpo que te sigue absorto, aún con aquellas dudas entre un no y un si.

Sueño que eres de antes,
Que te quedas aquí,
Sueño que tus palabras se quedaron en mi.


Devorando tu cuerpo no hay mucho que saber, tu derramas tu sangre, ella resguarda su piel, y entre ambas me acogen entre veneno y miel, compensando perfecto mi pasado apagado, ese de las caricias que dejaron de ser.

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