2008/07/13

Desde Metrópoli


A la derecha la visión en perspectiva de la calle mojada, no es que me encante que llueva pero hay ocasiones en que es posible dilucidar entre los reflejos de los charcos el brillo perfecto de las noches amarillas por esa luz de callejuela en metrópoli. Caminé lento, entre mi silencio que en ocasiones esta solo en el tumulto y luego parece ser omnipotente a las consecuencias de acción o reacción del entorno. Mientras aquel camino; relataba lo que podría llegar a contarte acerca de mi soledad de los días callejeros, sin hogar y con uno, acerca de esos momentos en que me ha nacido preguntarte si estoy loco, o acerca del pequeño dolor que a ultimas fechas, ya sea en las mañanas o en las tardes me viene matando poco a poco la voluntad; a través de mis pasos resolví que lo mas seguro, es que mencionara lo a menudo ocurrido cuando miro aquellas maravillas del entorno: La caída del agua entre el cabello, la calle vacía, y mi fascinación por esa nueva visión que permite que dentro de todo el agobiante tumulto de la vida cotidiana de repente parezca que el mundo ha abandonado el mundo, a los sonidos típicos de las calles en vela. Los relatos de las maravillas de mi mundo en tanto mis cartas seguramente no pueden dar a tu entender suficiente acerca de lo que debiera decirte sobre mi, en ocasiones escribo de la fuerza que me viene de pronto, de ese valor inquebrantable que me levanta en los primeros minutos del paso de los días para generar revoluciones en la visión del ser; y relato esos días, mientras el papel y mi pluma parecen ensimismados uno en el otro, pero inmediatamente ignoro mis escritos; siento que relatarte de mi etapa sin dolor, da paso a las ocasiones en que regresa el dolor y genera la necesidad de contártelo, de permitir que se filtre por entre las palabras ese grito constantemente agudo del desaparecer. Así que de inmediato, tomo de lo que roban mis ojos las suficientes palabras para decirte lo que pasa en la verdad, no en mi verdad, solo en la verdad del mundo, como se ven las bancas, al lado de los jardincillos y los faroles de la glorieta tranquila en donde dicen que matan después de las 12:30, como se ve la ciudad, siempre enorme, desde las alturas, desde el suelo y desde el sub-suelo, siempre enorme; como se mueve la gente, tan impasible, tan adormecida en lo que cree su verdad. Pienso que así es mejor, porque hasta el momento no he publicado nada y ninguna fotografía a llegado a exposición, y en todo este tiempo, jamás he podido sobrevivir del arte, creo que esta bien que no mires mas de mi, que no te enteres, y es que desde que llegué aquí y conocí el mundo, se me calló en pedacitos eso que llamábamos fé.


**




Una noche lo vi alejarse con los segundos de cuando pasaba el tiempo, no se perdió a lo lejos, mas bien yo di la vuelta y regresé a casa, mi casa es un departamento de planta baja, una entre millones del condominio, y paso casi desapercibido por lo vecinos aunque se que saben de mi, vivo con una mujer que cree en mis obras de arte y paga los procesos de producción por encima de las posibilidades de su salario, y con un hombre que se dedica a inventar artefactos revolucionadotes de la comodidad humana cuyos procesos técnicos son pagados por la mujer que resulta mi mecenas. Era muy tarde ya, pero lo acompañé hasta la esquina para hablar de la decisión que había tomado acerca de mi muerte, iba a ser tranquila, serena, sin dolor, justo como leí en el libro del escritor francés que propone manuales para la vida, en aquella historia, uno de los personajes muere en cuanto consigue corroborar un descrubimiento arqueológico cuyo proceso le llevó años, muere por su mano, porque había cumplido el fin final, así es como yo lo deseaba, el dolor de desaparecer, me aquejaba cada vez mas de cerca y sin embargo, estaba seguro de que podría resistir un poco mas para retirarme de la jugada después del primer corto; era solo que mi ambición creciente sobremanera sería mucho mas fuerte cuando de alguna forma obtuviera el primer triunfo y quisiera mas, quisiera tal vez un corto, mas, mas fama, mas actores reconocidos, tal vez la dirección completa, tel vez el guión, tal vez el dinero y la materia y el dolor, que permenacería callado como lo hace todas las noches junto a mi cama, para meterse en mi apenas y me entretengo un poco en sentirme, tal vez podría atenuarse un poco, por mi pecado enorme de vanidad.

Luego de dejarlo ir, le aseguré que tal vez lo llame mañana para que vayamos juntos a desperdiciar el tiempo, a planear nuevos procesos creativos, nuevos sueños y a vivir mas, que por ahora, me queda mucho, mucho tiempo, de aquí… hasta el corto.


***


Mayo de 2003

No hay comentarios: