2014/08/08

Tecate Light

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Compró un six de Tecate para que pasáramos esa noche juntos, una pensaría que no hay momentos en que un hombre pueda engañarte, son sencillos, pero los hay…

Él era de los astutos porque casi no caía en el juego de dar rienda suela a su ego hablando, de modo que se le adivinaba poco, y solo eso, ya lo hacía especialmente astuto.

Le gustaba la cerveza con cada cosa en la vida, y todas las veces compró six de Tecate Light, lo llamaba corazón para tener un modo de hablarle que no me recordara a ninguno y corazón jamás se lo dije a nadie más, Ni siquiera al que si escribió su verdadero nombre en mi corazón para siempre, ni siquiera a ese le dije jamás mi corazón.

A la mañana siguiente del six de Tecate me dijo que lo había rasguñado durante el sexo y en un instante que fue como el abismo de toda una vida, supe que se fue.

Guardé la última Tecate Light para lamerla del cuerpo desnudo de un hombre en sencilla venganza, llevé la Tecate Light a mi nuevo piso en el norte, cuando me cambié de trabajo, cuando visité uno que otro hotel. Se congeló, se descongeló, se calentó, calló estrepitosamente por las escaleras y la vecina del 405 salió agitada y me miró como si fuera una de tantas muchachitas ebrias que conservan el trabajo y beben solamente sin vigilancia social. Me la pasé transportando la Tecate y buscando al indicado para beberla en él, solo que no se me aparecía un hombre que me incitara para echársela encima, Y nunca pasó.



Hace días regresé de Europa al empolvado apartamento de mi pequeña ciudad, conecté el refrigerador, se ilumino como personaje central esa lata golpeada rojo más azul. La bebí directo, desempacando los recuerdos de un largo viaje que tuvo que tener fin. Antes de Europa odiaba la cerveza y luego de Europa odié la Tecate Light, era ligera como el agua e insípida como el aburrido sexo a obscuras entre Julio y yo. 

No quería tomarme la Tecate con otro buscando la venganza dulce, en realidad la guardaba en el nuevo apartamento para compartirla con él, no me deshice de ella cuando supe que ya no lo iba a ver, me la tomé cuando dejé de esperarlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo, me gusto mucho esto, te felicito.

"Odiaba la cerveza y luego de Europa odié la Tecate Light"

Atte: DeyBeat.

where-wolf dijo...

Me gusto.
la lectura, no la cerveza.

Anónimo dijo...

a mi me gusta la lectura y la cerveza

cristinasoria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.