2012/01/13

TODOS



No se trataba fundamentalmente de regresar, sino de que al regresar ya no fuimos los mismos, es que no se puede seguir siendo por una vida, no se puede comer de lo mismo, respirar de lo mismo, sentir de lo mismo después de ver tanto.

Seguro también entre tanta VERdad uno termina por ver menos que antes, por olvidar lo que debería de verse, por ver eso que ven otros, que saben otros, que entienden otros.

Estábamos entonces en que regresamos, y así como si nada, ya no éramos los mismos, la comida sabia diferente, los entornos que antes aborrecíamos ahora parecían ser nuestro anhelado pan en tiempos de hambruna, ya nos queríamos, antes, nos conocíamos, nos apreciábamos, nos escondíamos, ahora no podíamos más que querernos, guardábamos el secreto de las similitudes, de estar en el mismo lugar en el mismo momento, en el mismo desfase de sucesos, ese, que no se puede contar, que otros no entienden, que no quieren saber. Fue de repente que hasta parecíamos iguales, nosotros tan diferentes, tan lejanos, tan siempre distantes.

Por una sola vez nos conocimos, fuimos tan nosotros que tantos nos hicimos uno, entonces no se trataba solo de regresar sino de convertirnos en cuatro o en más, en muchos, de convertirnos en todo, en todos.

Técnicamente por eso ya no puede ser lo mismo, al parecer ya somos demasiados, posiblemente por un momento nos hicimos TODOS