2009/12/23

Saliva viviente

¿Los poderes sobrenaturales estan en tu tacto o en mi empleo mágico de mi deseo por ti?

Simpre se trata de ella, ella que descubre su voluntad de amar, su ser ardiente y que quiere explorarlo, de ella que me usa como objeto de deseo, de ensueño, de magia, que me usa y nos usa, de ella que se siente objeto y lo cosifica todo con sus manos, de ella que inhunda mi miembro de saliva viviente y le da muerte mágica posando para su foto viva en el espejo frontal.
Siempre se trata de ella, jamás soy yo.

¿Los poderes sobrenaturales estan en tu tacto o en mi empleo mágico de mi deseo por ti?

Siempre se trata de ella que ensaya papeles multiples frente a mi, que me descubre como espejo de sus fantasías, que me inventa nombres, edades, sexos, que sacrifica a diario mi materia a la perdición del deseo inhumano, inmobil, de ella que no sabe gozar sin control, de ella que me absorbe, me contiene, me atrapa y me configura.
Siempre se trata de ella, jamás soy yo.

¿Los poderes sobrenaturales estan en tu tacto o en mi empleo mágico de mi deseo por ti?

Siempre se trata de ella que no se mira, que no se ve, que se hace transparente, siempre es ella, que merechaza proque no siente que la miro, pero jamás me ve, ve a todos diciendo verme a mi, me busca en todos menos en mi.
Simpre es ella, jamás se trata de mi.

Deidad no eterna

Seré para los siguientes amaneceres la chica de la nostalgia, te describiré en el café con ellas y con ellos, al hablar de ti iluminaré mis ojos de estrellas, y matizaré mi voz en milagro, no repetiré tu nombre para convertirte en deidad impronuciable, te llamaré con cascadas de recuerdo sin dueño, te dedicaré dibujos a lápiz sin mirada, mundos de imagnes mentales, altares de otros hombres con frgmentos de ti, todos semidioses de tu cofradía secreta, encenderé velas inconcientes en cada sueño lúcido para tu recuerdo desdoblado en mis propios deseos, y al tiempo , remplazaré tu rostro desdibujado con rayaduras de mi popia fantasía ensangrentada, con pequeños trocitos de mi propia piel marchita. Y en el fragmento mas avanzado de nuestra eternidad, ya no seras tu, si no yo, aquella que me devuelva siempre una imagen agrdable de mi, mi amor inpronunciable, mi ego acrivillado renaciendo entre las llamas de la ausencia de un alguien que con los años habría perdido el nombre, y el tu, y el mio, y lo eterno.